miércoles, 6 de julio de 2011

La desigualdad en América Latina y el Caribe

La desigualdad en América Latina y el Caribe

En la asignatura Economía estamos desarrollando el tema “la desigualdad en la distribución del ingreso”. Luego de aprender cómo se mida dicha desigualdad con diferentes métodos como ser el índice de Gini y la relación entre quintiles; se nos asignó la tarea de leer un informe llamado, “Desigualdad en América Latina” con el fin de analizarlo y elaborar un texto de opinión respecto al mismo.

En primer lugar, me sorprendió la cantidad de manifestaciones y rostros que tiene la desigualdad. Antes de leer el informe, imaginaba que la única dimensión considerada eran los ingresos. Luego descubrí que se tienen en cuenta muchos otros factores como ser, el acceso a la salud y educación, el origen étnico, el índice de potenciación de género (IPG), entre otros.

En este ensayo hablaré sobre el último de los factores anteriormente mencionados, el IPG. Éste comprende el grado de participación de las mujeres en decisiones políticas, su acceso a oportunidades económicas y el poder que tienen estas sobre los recursos económicos.

Me resultó muy interesante la relación que tiene dicha potenciación con el índice de desarrollo humano (IDH); la cual indica que a mayor nivel educativo, de ingresos y salud; mayor será la igualdad de género.

Sin embargo, dudo que dicha relación se aplique a todos los casos. Esto se debe a que en el mismo informe se afirma que si un hombre y una mujer tienen el mismo empleo e igual nivel de preparación, la mujer recibirá una remuneración menor a la del hombre.

Lo cual no significa que el empleador de ellos tenga un índice de desarrollo humano bajo, inclusive podría tener mucho dinero, contar con una buena obra social y haber realizado sus estudios en una universidad prestigiosa y aun así considerar que su empleado por el simple hecho de ser hombre merece una retribución mayor a la de su empleada.

Esto a mi parecer, deja en evidencia que la desigualdad de género no tiene una relación directa con el IDH, sino que tienen incidencia otras variables como ser la cultura y la crianza que tuvo esa persona. No van a tener la misma forma de pensar, un hombre cuya madre fue ama de casa toda su vida, que otro cuya madre trabajó siempre a la par de su padre y ambos se ayudaron mutuamente a realizar las tareas domésticas (sin suponer que la mujer tiene la obligación de llevarlas a cabo).

A continuación presentaré un gráfico extraído del informe:

El mismo, demuestra que si bien ha crecido la participación de las mujeres en el trabajo remunerado, este crecimiento no ha venido acompañado de una colaboración equivalente de los hombres en las tareas domésticas no remuneradas.

En consecuencia, se puede observar que se ha multiplicado la carga de trabajo que recae sobre las mujeres, lo cual la sitúa en una situación de desventaja respecto a la de los hombres ya que ellas trabajan más horas.

Este análisis fue el que más llamo mi atención ya que nunca antes había pensado a las tareas domésticas como un costo de oportunidad para las mujeres, esto me hizo dar cuenta que yo misma soy algo machista, aun siendo mujer. A pesar de contar con un buen índice de desarrollo humano, sigo viendo como normal o corriente que el hombre no ayude en esas tareas.

A su vez esto me lleva a concluir que lograr la igualdad de género es una tarea muy difícil, ya que se trata de cambiar la mentalidad de las personas, sus hábitos y concepciones; las cuales han sido trasmitidas de generación en generación, por sus padres y abuelos.

Quizás un Estado benefactor pueda construir varios hospitales distribuidos estratégicamente en el país y así lograr que todos tengan el mismo acceso a la salud.

Pero, ¿Cómo aseguraría este que hombres y mujeres sean considerados iguales y tengan los mismos derechos económicos y políticos? ¿A caso, no es algo utópico pretender cambiar el pensamiento de millones de personas?. Obviamente, el Estado podría educar a la población, demostrando con hechos históricos que una mujer tiene la misma capacidad que un hombre; pero no podría obligar a las personas a cambiar su forma de pensar.

En síntesis, me pareció muy enriquecedor realizar este trabajo porque aprendí mucho sobre la desigualdad y me permitió establecer relaciones que antes de leer el informe no se me habían ocurrido.

1 comentario:

Jeronimo dijo...

Un placer leer tu trabajo. Impecable análisis y uso del vocabulario y la información disponible para expresarte y argumentar.
NOTA: 10

Publicar un comentario